Hello world! Bienvenido a “Joven y gastado”

Horacio Cambeiro

Buenos días, buenas tardes, buenas noches.
Nunca mejor este saludo radial en este medio múltiple al que se accede a cualquier hora y desde cualquier lugar.
Hace mucho que deseaba tener un blog de “Joven y gastado”. Exactamente, desde que un amigo me había insistido en la idea. Estaba fascinado con el nuevo medio: una plataforma personal de edición de contenidos sin límites, sin barreras, sin jefe, sin censura, nada y todo, en una máquina de escribir con pantalla. Palabras, literatura, texto, txt, multi, multimedia, sonido, imágenes, acción, video, hiper, hipervínculo, hipertexto, hp y todo eso.
Y fue ahí, en ese momento, que me dije: ¡Quiero tener un blog!
No suelo tardar para cumplir mis deseos. Desde entonces pasaron casi dos días…
¿Para qué? ¿Por qué?
Por muchas razones. Porque sí, por curiosidad, por antojo, por culo veo, culo quiero. Pero, además, por tres razones fundamentales:
-Porque la radio se escucha una sola vez y no se rebobina.
Esto quiere decir que cientos, miles de piezas, producciones, grabaciones, notas, reportajes, canciones, declaraciones, chistes, son tan efímeros como la luz de un flash. Y eso no es justo. En algún lugar deben estar para quien quiera vuelva a escucharlas, una y otra vez.

-Porque en los programas de radio no entra todo
Tiene una duración exacta, no se estira. Y hay que optar, elegir. ¿saben ustedes cuántas cosas quedan afuera? Tampoco es justo.
Por eso deben tener su lugar para que puedan ser escuchadas al menos una vez.
-Porque la radio no se ve
Pero el material que nos llega muchas veces es visual. Videos, fotos, dibujos, ilustraciones y otras locuras que merecen ser vistas y compartidas, más allá del chiste de “trasmitirlas por radio”.
Así que acá está mi propio blog. Casi como lo había soñado, chiquito. Pero, irá creciendo con el tiempo, como uno, como todos. Y se llenará de sorpresas, de recuerdos, de amigos, de vida.
Acerca del nombre. Joven y gastado. Fue el primero que se nos ocurrió para ir desarrollando el proyecto. Así me conocen por todos lados en el mundo radial. Fue mi programa durante 11 años. Es tan remanido y a la vez tan obvio que, al final, nos gustó. Y así quedó.
Hoy pueden empezar a navegarlo, a descubrirlo y a participar.
Ya veremos cómo.